Gestión del equipo y diferenciación del negocio
La diferenciación del negocio y las dificultades para atraer, desarrollar y optimizar al equipo son las principales preocupaciones de los líderes de despachos y consultoras.
Una buena gestión empresarial no se entiende sin una buena gestión del equipo. Las personas son una pieza fundamental en cualquier negocio. Pero en empresas de servicios profesionales, como despachos de abogados y consultoras, el papel de las personas cobra aún mayor relevancia por dos motivos fundamentales:
- Trabajadores del conocimiento. El producto final que vende la empresa sale de la cabeza de los empleados. La fábrica son las personas. Esto conlleva grandes ventajas -menos infraestructura necesaria y mayores márgenes- e importantes inconvenientes -escalabilidad más compleja y falta de control sobre activos intangibles-.
- Relaciones humanas. Más allá de la producción, la principal actividad de una empresa es la venta. De hecho, sin venta no hay nada más. En empresas de servicios profesionales, se da la peculiaridad de que los propios equipos que producen son quienes venden. Por tanto, el negocio exige de los trabajadores habilidades más transversales.
«En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida».
Karl Wilhelm Von Humboldt
Un equipo motivado y comprometido
En este contexto, ser capaz de motivar, alinear y desarrollar al equipo se ha convertido en una ventaja competitiva excepcional.

Un equipo con baja motivación corre el riesgo de desintegrarse. Las personas no ven un futuro para ellas en la organización y se desconectan de la empresa. Cuando no somos capaces de crear un sentido de pertenencia, la gente se va (o reduce drásticamente su compromiso). Entonces, la prioridad pasa a ser atraer talento, para lo cual empezamos a pagar salarios cada vez más altos.
Un equipo con escaso alineamiento logrará cerrar proyectos a empujones, con personas trabajando muchas horas pero remando en direcciones diferentes. Cuando no se tienen claras las ventajas competitivas ni las prioridades del negocio, la ejecución y los resultados se resienten. Como consecuencia, aumenta la presión y echamos más horas con escasa mejora.
Un equipo demasiado acomodado pecará de hacer las mismas cosas una y otra vez, se resistirá al cambio y dejará pasar buenas oportunidades de negocio. Cuando tomamos todas las decisiones importantes nosotros y se las trasladamos al equipo, provocamos que su nivel de implicación e innovación baje. Como resultado, necesitamos estar cada vez más involucrados nosotros para que las cosas pasen.
Las personas quieren contribuir y tomar decisiones, necesitan sentirse escuchadas y esperan claridad y honestidad. Aquí está el reto: adaptar las organizaciones para que permitan a las personas florecer.
«Cuando se pulsa el botón de pausa en una máquina, ésta se detiene. Pero cuando se pulsa el botón de pausa en los seres humanos, empiezan a reflexionar, a replantearse supuestos y a reimaginar un camino mejor».
Dov Seidman

Según un estudio de Reuters (2022 Law Firm Business Leaders Report), de los 10 principales riesgos para la rentabilidad en los despachos de abogados, 4 de ellos están directamente vinculadas a las personas: aumento de salarios (1º), atracción y fidelización (3º), bajo rendimiento (6º) y productividad (8º).
Otros tres están relacionados con la presión en los precios: competencia entre firmas (5º), presión a la baja por parte de clientes (7º) y presión sobre el coste de litigios (9º). El resto, con las presiones económicas y posibles brechas de seguridad.
En definitiva, lo que más preocupa a los líderes en grandes despachos es la atracción, gestión y desarrollo del equipo (que repercute en la productividad), seguido de la falta de diferenciación (que repercute en el precio).
Ambas cuestiones están interrelacioandas, porque un equipo que se hace cargo del negocio en toda su dimensión, tendrá como objetivo estratégico lograr una diferenciación en el mercado.
¿Cuál es nuestra propuesta?
Lo primero de todo, será necesario identificar qué dinámicas existen en el equipo para hacer un buen diagnóstico de los problemas y marcar soluciones específicas.
- ¿Qué vías de comunicación existen a nivel horizontal y vertical?
- ¿Cómo se abordan los problemas del grupo?
- ¿Cómo se toman las decisiones de grupo/negocio?
- ¿Cuál es el grado de transparencia sobre la información y decisiones del negocio?
- ¿Tiene el equipo directivo claras las prioridades del negocio? ¿Y el resto del equipo?
- ¿Se han establecido las pautas de comportamiento a promover y a evitar?
- ¿Cómo perciben las personas a los líderes, al resto del equipo y al negocio?
- ¿En qué medida las personas cumplen sus compromisos?
A continuación, os dejamos un breve cuestionario que podéis responder para que entendáis en qué punto os encontráis.
Una vez hecho el diagnóstico, proponemos unas prácticas a trabajar dentro de nuestro Sistema Operativo de Negocios para impulsar la autonomía del equipo y la diferenciación del negocio y lograr así una mayor rentabilidad.
¿Tienes un sistema para alinear a tu equipo? ¿Que multiplica las oportunidades? ¿Que genera tracción?
¿No? ¿Hablamos? 👉 https://esencialco.com/contacta-con-nosotros-videollamada-email/