Hay dos conceptos japoneses que me parecen fascinantes.
El primero es el IKIGAI, y significa “razón de ser”. Sería tu “sentido de vida” para Viktor Frankle, tu “voz” para Steven Covey o tu “porqué” para Simon Sinek. El #Propósito vital es hacer algo que te encanta, en lo que eres excepcional, que aporta valor a otras personas y que proviene de una motivación intrínseca que guía tu vida.
El segundo, KAIZEN, se traduce como “cambio bueno” y conlleva toda una filosofía de mejora continua construida sobre una mentalidad de aprendizaje y perseverancia. Yo lo llamo el crecimiento compuesto y consiste en pequeños #hábitos que te acercan a lo que quieres ser. Si cada día eres un 0,1% mejor que el día anterior, en un año habrás ganado un 44%. En 10 años, 3840%.
Algo que he aprendido de gente extraordinaria es que la única forma de descubrir nuestro Propósito y mejorar un poco cada día es poniéndonos al servicio de las personas. Haciendo el bien a los demás nos acercamos de forma natural a lo que realmente somos.
Intento servir a los demás, lo que para mí constituye el único sentido de la vida. Sándor Márai